domingo, 5 de agosto de 2012

La verdad en mi, desde el inicio...

La vida llena de desatinos.. llena de frustraciones y miedos. Llena de vacios y quebrantos. Llena de tanta maldad. Llena de tanto odio, desdicha, llena de promesas rotas y de tanto desamor...

Tenia tantas ganas de cerrar todo pensamiento, pero no se puede tapar el sol con un dedo; con un cerrar y abrir de mis ojos, todo es tan borroso que apenas puedo tener algo de claridad ante tanta luz; ante tanta brillantez...

Todo a su vez se centra en un solo pensamiento: en esto que no se puede detener, y que me mata, poco a poco.

Desde que se detuvo el tiempo, tiempo inclemente! he pensado que solo fue un sueño, que todo lo que vivimos fue un claro indicio de mi desesperacion por vivir. Pero no fue asi. Todo fue real; tan real que fui lo suficientemente cobarde para detenerlo.

Tengo que confesarte que no puedo regresar el tiempo, que no puedo suplir todo el dolor que cause, que puse en el aire y lo deje volar... dejarlo volar como un fuerte dardo hacia ti y, sin detener su marcha, sabiendo que haria daño a su paso.

Calle mi existencia en busqueda de algo que nunca encontre; en busqueda de algo que pensaba que seria lo unico que podria alimentar mi alma. Nunca entendi lo poco que estaba pensando, lo poco que habia alucinado, lo mucho que perdi.

Pense cerrar mi alma en un exilio, culpandome de todo lo que pudo ser, de todo lo que no sucedio, de todo lo que no existio... todo por un simple bienestar. Que tipo de bienestar puede ser si no puedo estar contigo?

No me puedo detener a pensar lo que he hecho, mas si en buscar la forma de llegar a ti. De seguir viva, de alimentar estos sentimientos que siguen apretando mi pecho y me gritan a viva voz que siga tus pasos.

No hay comentarios: