Quería hacer referencia en este pequeño espacio a alguien que ha estado para mi todo este tiempo, del cual se que se escribió mucha historia dentro de estos links... Quisiera que fuera aún más dulce el hecho de evocarlo, pero siempre hay cosas por las cuales podríamos dudar o nos causan confusión... las emociones fluctúan en el simple pensar que quieres abofetear a la vida para que deje de ser tan pícara o pensar que te han vendado los ojos y que no quieres ver la realidad. La verdad, es que no sé. La verdad es que soy feliz, pero a la vez, lucho con los demonios internos que me carcomen el alma buscando falencias que no existen, o que creo que no deberían existir. Acaso estoy viviendo algo que es muy colorido y parece simple al mirar? Quizás no este acostumbrada a este paisaje, que me parece extraño y circundante cada vez que veo un doblez que no debería ser... demasiados detalles? No lo sé...
Ha habido mucha historia entre estos cuatro bordes de pantalla. Desde aquel segundo mes del año 2008, donde se supondría no carecíamos de nada ni de nadie, que no dependíamos de sentimientos primarios o que no queríamos hacerlos por la simple razón de querer estar fuera de alcance... Acaso nos hizo más vulnerables? Acaso fue eso lo que propuso el encuentro extraño que se dió? Aún nos rodeas los misterios. Aún nos faltan los recuerdos. Pues no creíamos que esa fecha marcaría un camino, que aunque difícil seguimos recorriendo.
Fueron acaso tus palabras fuertes sobre aquellos temas, o simplemente porque quería conocerte? Aún no lo sé. Me pregunto siempre si hubieras decidido hacer lo mismo que hice yo aquella vez, o hubieses seguido tu camino como los demás. Aún no lo sé. Fue tan extraño como sentirme nerviosa en ese primer contacto lejano, siendo yo la que solicite ese contacto. La verdad que sólo fueron palabras, temas, suspiros y declaraciones en pantalla blanca... pero aún así me sentía nerviosa. Pienso que sólo podría asociarlo un poco con algún deseo ferviente de mi ser de demostrar lo que ahora demuestro todos los días; sólo fue una muestra del corazón subyugado, marchito, que quería expresarse dentro de tanta amargura, dentro de tanto hermetismo, dentro de tanta maldad. Aún no lo sé. Claro esta que desde aquel momento nunca quitaste tu mirada, aunque no haya podido ver tus ojos fijamente aquella noche.
Una efímera fábula se escribía ante mis ojos... Era lógicamente improbable y súbitamente fuera de lugar: habían palabras fuera de contexto, habían comentarios alusivos a una posición sin definir, en fin, una serie de aciertos y desaciertos que sólo causaban que me resultara aún más confusión en mi. Era inmensamente feliz, o indudablemente triste? Aún no lo sé. Tanto era esta contradicción que decidí cortar la confusión y volver a la vida real - fueron los meses más difíciles; cortaba mi alma en pedazos para poderla analizar, buscaba en mis entrañas la razón de mis preguntas confusas y desdeñaba en lo hondo de ser las telas ya cosidas de sus palabras. Eran retazos formados con seda de oro y pintado finamente con un rojo carmesí, envolviendo un pedacito de mi corazon, como si se tratase de sujetar; era una figura de exacta curvatura y firmeza excepcional: lo sostenía de tal manera que había vuelto a nacer y estaba latiendo nuevamente.
Aquella noche la recuerdo como si hubiera sido ayer. Aquella noche en la cual te pensé, entre el medio de tanta gente. Aún parecía que tenía el mismo sentimiento de ayer, el mismo cosquilleo de aquella vez y sintiendo que, aunque lejos, se seguían tejiendo retacitos de colores, uno al lado del otro otra vez. Al principio pensé que eran mis emociones inútiles y sin sentido. Había obligado a mi ser encerrarse y no dejarse vencer. Las emociones no son para mi, solía decir. Pero aquella noche ya no pude evitar pensar en ti. El hecho era en que centraba toda mi imaginación en hacerte aparecer, aunque no te había oido, ni sabía como estabas, pero quería que aparecieras de repente para llevarme contigo. Fue en ese momento que supe que no quería dejar esto morir.
Las emociones, aún ajenas a mi mirada distante, se fueron colando lentamente a mi mente cuando supe de ti; por cada vez que cruzabamos una historia, la nuestra parecía más fuerte, más elegante. Desde ahí me hiciste guardar la fina promesa que aún inunda mi mente de pensamientos nobles, que desfigura toda oscuridad y falencias. La única razón para seguir era de estar entre tus brazos... y fui feliz.
Ahora la estrategia es seguir adelante entre la distancia y las ocupaciones. Muchas veces fui tontamente feliz pensando que nuestras ocupaciones podrían nublar en algo la fuerte decisión que se tomó; en vano creí que podría diferenciar aquellos mundos. Ahora me siento ahogada nuevamente entre mis pensamientos de agonía y pesar... quisiera poder decir que todo esta bien, que veo todo con los mismos colores que me mostró en su momento, pero en realidad siento que mis miedos surgen nuevamente a pesar de que los escondo y me engaño a mi misma de que todo esta bien. Quiero sentir que lo que se ha vivido esta dentro de nosotros y que solo tenemos que cerrar nuestros ojos para seguir mirando hacia ese futuro que estamos pintando, tu y yo. Pero por ahora, sólo puedo decirte, feliz cumpleaños, amor.