ahh... la noche.. y el susurro del viento que toca la poca tranquilidad que emana el tráfico de la ciudad. La majestuosidad de las luces que emergen cuando el sol cae y que revela todo lo misterioso que tienen esos callejones en penumbra que son apreciados a lo lejos.
La calma llena la vida y la estrena en nuevos horizontes.. que fresco se siente todo, todo por primera vez! Aunque todo es sinónimo de locura infernal, si vemos en el retroceso del tiempo, cuando el sol comienza a despertar cada mañana, es un respiro poder apreciar el color de azules grisáseos a traves del cielo mientras se siente un ambiente de ambiguedad en los rostros que se ve pasar.
Pues, todo llega a ese punto, en el cual descubres que lo que realmente importa es moverse a través de ese ambiente, porque sabes a donde debes de ir, y a donde debes de regresar. Cada melodía que suena en el viento canta el ritmo de todos los días, lo cual he llegado a apreciar.
Ya no hay historias tristes que contar, no hay parábolas que mencionar ni lugares a donde esconderse; valorar cada una de las cosas que se hace en esas horas que se siente el calor del sol, hace que todo lo demás desaparezca. Dedicar lo que realmente importa a ese mundo que da vueltas sin cesar, a ese espacio que denominas al fin tuyo, permite que el horizonte que veía a lo lejos, se sienta tan cerca.. pero tan cerca.. que apenas logro estirar mis manos puedo tocar el borde..
Sin embargo, mirando detenidamente, siempre existirá algo que no agrada, que no toca claramente algún sentimiento de confianza, que deja perplejo al más incredulo. No es algo que no se haya visto ya; no he escapado de esas frialdades, pero solo logro reirme, pensando en lo poco que pueda llegar a formar parte de mi día a día, ya que es algo que se ve pasar, se ignora y se va.
La calma llena la vida y la estrena en nuevos horizontes.. que fresco se siente todo, todo por primera vez! Aunque todo es sinónimo de locura infernal, si vemos en el retroceso del tiempo, cuando el sol comienza a despertar cada mañana, es un respiro poder apreciar el color de azules grisáseos a traves del cielo mientras se siente un ambiente de ambiguedad en los rostros que se ve pasar.
Pues, todo llega a ese punto, en el cual descubres que lo que realmente importa es moverse a través de ese ambiente, porque sabes a donde debes de ir, y a donde debes de regresar. Cada melodía que suena en el viento canta el ritmo de todos los días, lo cual he llegado a apreciar.
Ya no hay historias tristes que contar, no hay parábolas que mencionar ni lugares a donde esconderse; valorar cada una de las cosas que se hace en esas horas que se siente el calor del sol, hace que todo lo demás desaparezca. Dedicar lo que realmente importa a ese mundo que da vueltas sin cesar, a ese espacio que denominas al fin tuyo, permite que el horizonte que veía a lo lejos, se sienta tan cerca.. pero tan cerca.. que apenas logro estirar mis manos puedo tocar el borde..
Sin embargo, mirando detenidamente, siempre existirá algo que no agrada, que no toca claramente algún sentimiento de confianza, que deja perplejo al más incredulo. No es algo que no se haya visto ya; no he escapado de esas frialdades, pero solo logro reirme, pensando en lo poco que pueda llegar a formar parte de mi día a día, ya que es algo que se ve pasar, se ignora y se va.
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